El Viaje de los 'Cronopios'


Al llegar al Estuario do Tejo se enternecieron con un barco viejo y abandonado, le mimaron y escucharon sus historias de aquellos tiempos de faena mientras eran mecidos por el viento y la niebla les humedecía...

(Lisboa 2011/12)





comenzaba el invierno, empezaba hacer mucho frío en el Estuario pero al atardecer los rayos del sol calentaban lo suficiente para poder disfrutar de aquella luz y aquellos colores que tanto les recordaba a Isla Cristina, en Huelva...





en esos momentos los cronopios pensaban en sus cosas y en cómo con nada eran felices





en el día a día, ya en la ciudad, imaginan cuál va a ser su próximo viaje




y durante los días de estudio y trabajo y hasta que no tengan vacaciones, se acercan al puerto... 


...ya es primavera, saben que queda poco para seguir descubriendo y jugando por esta geografía que les ha devuelto las ganas de jugar. 

Tanto que...


...algunos se han adelantado...


Llevaba tiempo sin verles, y hoy, un frío día de febrero, ha aparecido este cronopio en una maceta. No creo que haya escogido ésta al azar, porque en ella suele parar también un cachito de su Lisboa querida.

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